sábado, 20 de septiembre de 2014

La vida misma

Desde hace días me he dado cuenta de que cuando menos te lo esperas, te dan las peores puñaladas. Porque sabes que por mucho que te digas 'todo va bien', nada es así. Sabes perfectamente que la vida es un frenesí de sentimientos, un movimiento continuo de gente, que pasa por tu vida y se paran durante un tiempo y luego se van. Se van para siempre, se van sin ser despedidos, sin ser echados, se van simplemente por qué sí, porque ya no pintan nada en tu vida. Pero entonces, en ese momento, llega alguien, alguien que rompe tus esquemas, que llega sin una ley, sin un horario, y, sin saber como, te desordena. Todo para irse, para dejarte destrozada y hundida y para ver que no era amor, que esto es la vida, la vida misma.

Vivir al abrigo de tu corazón y llamarlo siempre hogar.

Prometo ayudarte a amar la vida, a tratarse siempre con ternura, a tener la paciencia que se necesite, hablar cuando sea necesario y compartir el silencio cuando no, a vivir al abrigo de tu corazón y llamarlo siempre hogar. Prometo nunca olvidar que este es amor, amor de los de toda la vida, de los de hoy sí y mañana también, de los que, pese a quién le pese, nunca se apaga. Porque tuve la suerte de conocerte, de despertarte a besos, de aprender de memoria tus ojos verdes, cada mancha de tu cuerpo. Que no es tu signo positivo, porque sabes, que eres tú quién me revuelve, que eres tú quién me enamora, que eres tú quién me convierte en la mejor persona. Que si tengo que gritarte lo que siento, te digo que te quiero, con tu suerte con tu mierda, con pasado con presente con futuro, con o sin enfermedad, porque por primera vez en mi vida, no le veo final a algo como ésto.  

Mírame a los ojos y dime que es mentira

Porque a cada ojitos que me pones...

Porque día tras día veo como mi mirada se enfoca a la tuya al mismo paso que mis ojos te dicen mírame, dime que me quieres y si no es así, ¿por qué miras tus zapatos a la hora de decirme la respuesta?
Porque un amor se demuestra día a día y si te digo que eres para mí la persona más importante tú no me puedes decir que no soy nada en tu vida, porque yo no me enamoré de ti por la simple mirada.
Me gusta mirar tu sonrisa, porque en ella veo el resplandor, el brillo de alegría que sientes cuando ves que eres feliz.
Y sin algo más, decir que cada paso que tú das es un avance en la vida, una nueva aventura, ya sea conmigo o sin mí, porque en el amor verdadero no existe el estar siempre juntos físicamente, significa que en cualquier lugar que estamos seremos uno, unidos en un sentimiento que cuando nos pregunten algo diremos "No soy yo, somos nosotros". 

jueves, 18 de septiembre de 2014

Oye, que yo...

Quizá sea verdad eso de que cuanto más daño te hace una persona, más la echas de menos, es algo así como estar rota y querer recomponer todas las piezas rompiéndote más. Sabiendo que no todos los trozos encajaran como antes, y que la mayoría de ellos, cortan, hasta el punto en el que llegas a sangrar. Pero aún así, pese a todo, sigues intentando recomponerte, porque sabes, que aunque corten los trozos, nada te hace más daño que tener que alejarte de alguien a quien amas, porque por mucho que digas: 'Oye, que yo te amaría, pero alguien más me está haciendo feliz' sabes que no, que no puedes creértelo. Y en ese momento, es cuando te das cuenta, cuando por fin ves, que las verdaderas cosas, los bonitos motivos, son los que, al fin y al cabo, más duelen y que por más que te aferres a alguien o a algo, después de muchos intentos, nada será como antes. 

Empezemos con algo sin final.

Y aquí estamos, empezando nueva etapa, un nuevo blog, entre tres. Llegamos por casualidad, y nos unimos como lo hacen las gotas de lluvia a las hojas de las flores, no por resignación, sino por la satisfacción de ver descender gota a gota una nueva vida, que puede llegar a crecer. Así que, poco a poco, esto va a florecer, como los verdes campos, como nosotras, como la vida misma. Venimos a este mundo no solo para estar aquí, sino para llevar la alegría a todos los que saben reír. Dicho esto, ¡EMPEZEMOS!